Mi primer post es acerca de un comercio con unas estrategias comunicativas peculiares,pero que no dejan de serlo.En mis siguientes publicaciones me centraré más en las últimas posibilidades de marketing y en el consumismo más moderno,por eso he querido empezar dedicándole un hueco a este comercio que tan digno y merecible de atención me parece.

Hoy en día,sobre todo la gente joven,acude a comprar productos alimentarios a los grandes almacenes  o supermercados. Dejan en último lugar al comercio tradicional,como esas mujeres que mantienen con gran cariño sus pequeños puestos, normalmente situados cerca del mercado de la ciudad.Puede que comprar aquí no aporte tanta comodidad como hacerlo dónde puedes acceder a todo tipo de productos en un mismo lugar,ni desarrollen grandes campañas de marketing,pero nos alegran las calles con sus vegetales y frutas,siempre tienen alguna frase chistosa o algún alago para captar nuestra atención. 

Si decides darles una oportunidad,comprobarás cómo te ofrecen un trato cercano y personalizado,pronto se ganarán tu confianza,y si te conviertes en un cliente habitual, comenzarán a recomendarte qué productos comprar determinado día o cuáles no,siempre en base a su calidad,sin engaños ni timos,además,seguro que te acabarás llendo con alguna patata o tomate extra.

Conocen sus productos a la perfección,porque son sus propias agricultoras,y además no les introducen ningún tipo de conservantes.

La experinecia de compra en estos lugares es mucho mejor,te irás con una sonrisa en la cara y con la satisfacción de haber ayudado a alguien,pero además colaborarás a reevalorizar lo local,apoyando el consumo de proximidad.

Por todo esto,desde aquí animo a los estudiantes que viven fuera de casa,de los cuales nisiquiera un 5% son clientes de este tipo de comercio,a cambiar sus hábitos de compra y probar esta experiencia.No olvidemos que las mejores relaciones comunicativas,son aquellas que se realizar con un gran carácter humano.